y al llegar la hora
aunque no te pueda llamar
sabrás que mis brazos tuyos siempre serán
porque al estar solos los dos
nos amamos y olvidamos del dolor
nos entregamos por entero a una pasión
que nace dentro del pecado
me lleva a imaginar tu cuerpo seductor.
me lleva a imaginar tu cuerpo seductor.
pero la espera adormece el corazón
pues el tuyo no es del todo mío
sino sólo una corta fracción
pero adecuo el reloj y coincidimos en espacio
hasta que llega la hora de los dos
encerrados en una luz
que mi dormitorio recuerdo con furor
tus caricias ardientes puestas en el corazón
tus caricias ardientes puestas en el corazón
amanezco pensando en tu alma
me humedezco en tu llama
quiero encontrarte una vez más
para se tuyo sin titubear
en aquello oculto que nos hace el amar
aquello de lo cual,los dos podemos hablar
así como las paredes del cuarto
aquellas que guardan la verdad
de la pasión sin cesar.

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